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Catoute

domingo, 7 de diciembre de 2014

MARATONDONOSTIA 2014. LA CARRERA

                                 
                           MARATONDONOSTIA 2014. La MAYOR AVENTURA


Gentileza Diario Vasco
Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.

¡PUM!. La salida no me gusta, mucha gente y muy poco espacio para salir. Procuro no acelerarme, poco a poco voy cogiendo el ritmo que tenía pensado. Pero echo en falta a Juan. Puente de Santa Catalina, veo a Susana y a Youssef y nos dirigimos a la zona nueva del circuito que nos han vendido como buena, pero que no lo es tanto. Ya es mala pata, la única obra que hay en la ciudad y nos toca, menos mal que sólo es un pequeño tramo donde vamos sobre cemento, eso sí, en mal estado. Túnel, giro, baja, sube. No me gusta nada, quiero alejarme rápido. Aquí me cruzo con Juan. Por un momento pienso en aflojar el ritmo y esperarle, los dos juntos corremos más cómodos, como en los entrenamientos. También me viene a la cabeza Pedro, que quiso ir a Lanzarote a No correr el MARATÓN, lo suspendieron por vientos huracanados. Voy mirando mi ritmo casi de continuo y marco cada parcial de 5k. El primero ha sido de 21:09, que con los 10 segundos que tardé en cruzar la línea de salida, tal vez sea un poco rápido para mí. Desde lejos me animan, creo que son Víctor y Juan Ignacio. Se que van con José Luis. Un poco más adelante, ya en el barrio de Gros, veo a Christian y a Virginia. Me acuerdo de los hijos.... si estuvieran aquí. Pero, bueno, me han deseado suerte al venir, que no es poco. Sé que para ellos soy poco más que un cajero con patas. Cruzo de nuevo el puente de Santa Catalina y vuelvo a ver a Susana y a Youssef. Parece que estoy en casa. Por un momento creo que voy corriendo por la ruta del colesterol. 


Gentileza Runonline. Por el km 17
Ya nos vamos al centro. El parcial de estos 5k es de 20:53. Debo ir un poco más despacio. Voy bebiendo un poco en todos los avituallamientos, que aquí son cada 2,5 km; prácticamente de continuo. La bebida isotónica la dan en vaso y bebo un poco por la boca, otro por la nariz y otro por los ojos, el resto se va al suelo. Estoy en la zona que más me gusta, la playa de La Concha. Pero pasa muy rápido y enseguida cruzamos el túnel de Ondarreta y nos dirigimos a la parte más alejada de la ciudad. De vez en cuando me reviso, todo correcto. Siguiente parcial de 5k en 21:03 y volvemos hacia las playas. Vuelvo a ver a Juan, va por delante del grupo de las tres horas. En una de las revisiones de mi maquinaria empiezo a notar pequeñas molestias en el estómago. No me van a más, pero decido no beber nada hasta que desaparezcan. Al centro y a través del barrio de Amara nos dirigimos a Anoeta, lugar donde estará el final después de la segunda vuelta y donde hay más animación. Este parcial ha sido de nuevo en 21:03. Pisamos el tartán del estadio de Anoeta. Aquí se corre mejor. Salimos del estadio y nos espera el arco del Medio Maratón: 1h:28:44. Bien, a por la segunda vuelta. 

Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Empiezo a tener alguna molestia en la planta de los pies. Es un ligero escozor que me obliga a modificar un poco la pisada; primero en el pie derecho, luego en los dos. Cada vez voy fijándome más dónde piso, y me doy cuenta de que el pavimento no está tan bien como pudiera parecer. Para pasear vale, pero ahora que me escuecen los pies veo todas las irregularidades del asfalto: donde es fino, donde es más grueso, donde no hay asfalto. Pasamos junto a la Catedral de San Sebastián, pero no la veo, voy enfrascado en mis ritmos y en ver por dónde piso. Este parcial ha sido en 21:06. Y ahora otra vez bajar, subir, túnel, giro. No me gusta nada, pero hay que pasarlo, como el latín cuando estaba estudiando. El escozor no va a más y las molestias en el estómago han desaparecido. Pruebo a beber agua, me va bien y tomo el primer gel. Este parcial del km 30 en 22:10: o me he despistado o están mal puestos los puntos kilométricos. Luego comprobaría que fue esto último. Al pasar por la playa de La Concha me cruzo con una ambulancia atendiendo creo que a un corredor. Se lo llevan. Ojalá no sea nada. 

Por el primer terceto voy entrando
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando


Gentileza Runonline. Por el km 32

Sigo a mi ritmo dirigiéndome a la zona de la Universidad. En el giro veo de nuevo a Juan. Tomo otro gel. Este parcial en 20:55. Es el km 35 y sé que estoy cerca del Infierno de Dante. Como si me hubieran leído el pensamiento, veo que el cielo se encapota un poco más y empieza a llover, aunque no mucho. Se levanta el viento y sopla en contra. Sin darme cuenta hemos formado un minigrupo de tres y vamos desbocados hacia las playas. Veo a Christian y le asiento que voy bien. Estamos sintiendo la exigencia del MARATÓN, son los momentos más duros. Algunos van muy tocados, otros tienen que parar, sentarse en la acera, otros regular su ritmo a ver si se pueden recuperar. En cuanto atravesamos el túnel de Ondarreta remite la lluvia y desaparece el viento. Ha pasado el infierno.

Ya estoy en el segundo, y aún sospecho
que voy los trece versos acabando;

Hacia el centro de nuevo y a por el barrio de Amara. Este parcial en 20:55. Hemos pasado el km 40. Me reviso y me veo bien. Instintivamente cambio el ritmo todo lo que puedo, la verdad que ya no es mucho. Ahora todo es ir directamente a meta. No quiero beber más y la planta de los pies, escociéndome. Me reviso de nuevo, noto mucha tensión en las piernas y me entra miedo por si tengo que parar: como ese, aquél o el de más allá, que va menos que andando. Este km en 3:56. Puede que esté mal colocada la señal. Sigo todo lo rápido que puedo, pero cada vez que me reviso me entra miedo, ¿y si me rompo a falta de pocos metros?. Griterío, giro, más griterío, zona de adoquín (aquí corro muy mal, me voy de lado a lado, y podéis creerme que sólo he bebido agua) y entrada en el estadio de Anoeta. Cuando piso la pista noto un gran alivio en los pies, parece que voy corriendo sobre algodones. Km 42. Este último en 4:11. Puede, también, que esté mal colocada la señal. Recta, curva y recta. Ordeno a mis piernas que se muevan lo más rápido que puedan, ya no tengo miedo. Veo el arco de meta. y lo cruzo. Ha terminado la carrera. Y sí, tengo los ojos hundidos y parece que me han comido las piernas, pero estoy satisfecho.

contad si son catorce y está hecho.




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